LEY MORDAZA EN EL PERÚ

Ley mordaza para la prensa...

Congresistas pretenden LEY MORDAZA EN EL PERÚ Los congresistas que la han propuesto, por ahí, podrían tener una oscura venganza, pues fueron los medios los que dieron a conocer los entuertos non santos del familiar de uno y que terminó en la cárcel y a otro, que los mediosrevelaron los malos manejos de los que son capaces, gracias al poder que el mismo pueblo les ha otorgado. Walter Menchola (no es precisamente el inmaculado como para proponer decencia y respeto a la ciudadanía) ha propuesto fuertes multas para los medios que difundan comunicaciones obtenidas por medio del “chuponeo”. Javier Bedoya pide se penalice hasta con cinco años de carcelería a los medios que difundan conversaciones privadas. Pero quien o quienes serán el o los encargados de definir que es privado o no. Por otro lado, producto del “chuponeo” se ha podido obtener, hasta hoy, importantes soluciones o descubierto la participación dolosa de algunas autoridades y políticos, que de otra forma no hubiera sido posible. Deberían ser los propios medios los que deben autorregularse para evitar escándalos más allá de lo sustantivo y dirimir entre la portada vendedora y la noticia mesurada. Es malo y contrario a la ley escuchar y grabar conversaciones privadas de las personas. Lo bueno sería que éstas no cometan dolo ni se presten para realizar trámites o ejercer presión para conseguir dádivas o realizar grandes negocios con coimas en agravio del Estado. Los gobernantes como Chávez o Fernández, rebuscan causales para recortar la libertad de expresión y la libertad de informar. Claro sus estropicios o torpezas gubernamentales no deben ser públicas. La señora Fernández abrió recientemente un canal virtual, para en el mejor estilo “chavista”, explicar de manera “ligtht” al pueblo lo que “la prensa escrita radial o televisiva no comunica a los ciudadanos”. Podría tratarse, en el caso del Perú, de ocultar tanta corrupción e impunidad. Impunidad por la que están presos los que han ejecutado el chuponeo. No lo están los que los contrataron y menos, los que fueron pillados en conversaciones fraudulentas y “chamullos” que muestran malvadas componendas, todo ello gracias a un oportuno descuido, a una sustracción, cambio o pérdida de USBs. El gran bonetón ha sentado sus resales entre, casi la gran mayoría de los integrantes de la política. Malos tiempos se le viene a la prensa. Malos tiempos en los que los medios y los periodistas deben estar muy atentos. En una democracia que dice respetar la libertad de prensa y de información, pero que condiciona ésta o pretende regularla so pretexto de evitar el “chuponeo”. Además, ¿porqué protestar por el chuponeo?, si luego de conocido el contenido, las pruebas desaparecen, los involucrado están libres, limpios y siguen siendo unos señorones, son candidatos y hasta pretenden dar leyes para evitar se conozcan sus estropicios.