Escribe: Néstor Pilco Contreras
Durante 188 años, desde la proclamación de la “independencia” decimonónica hasta hoy, el Perú tuvo 116 gobernantes (contado sus varios periodos de algunos), 28 presidentes por elección de ciudadanía y 89 por varias vías (congreso, auto proclamación, juntas militares, etc.) De los cuales Augusto B. Leguía gobernó más tiempo (15 años 1mes y 21 días) y Mariano Holguín menos tiempo (4 horas 56 minutos, el 31 de marzo de 1931).
Los primeros años de la republica fue paradójica: algunas clases sociales pasaron por la disolución como la nobleza española y la burocracia virreynal, otras como la nobleza criolla, por la transición, mientras los indígenas, negros y castas por el aplanamiento. La iglesia representa la raíz más honda que dejará la colonia; la milicia (montoneras) es el fruto más relevante que ha producido socialmente los largos y fatigosos años de “independencia”. Sobre ella alguna vez J. Basadre señaló que la“emancipación fue la resultante de una obra urbana y criolla”.
Asimismo la naciente república lamentablemente se desangró y empobreció más con las guerras internacionales con los países vecinos. En 1928 con la gran Colombia, en 1836 contra Bolivia, en 1838 contra Chile, y con este mismo país entre 1879 y 1883. Internamente las guerras civiles entre caudillos militares fueron constantes en el siglo XIX: Orbegozo contra Bermúdez (1834), Salaverry contra Santa Cruz (1836), Vivanco contra Castilla (1844), Echenique contra Castilla (1854), Pezet contra Prado (1865), Prado contra Balta (1868), Iglesias contra Cáceres (1884) y Cáceres contra Piérola (1895). Mucha de la riqueza guanera y mineral fue despilfarrada en gastos militares y en pagos de a los burócratas que rodeaban a cada caudillo vencedor.
El 28 de julio de 1846, durante el periodo de Prosperidad falaz se inició el “Tercer debate doctrinario” entre los defensores de la “soberanía de la inteligencia” y la “soberanía popular”. El primero con mentalidades anacrónicas y racistas al estilo de Alan García dirigido por el paladín Bartolomé Herrera expresó contundente:“hay quienes están destinados a mandar; otros a obedecer”, “…el pueblo, no tiene la capacidad ni el derecho de hacer las leyes”. Se opuso rotundamente a otorgar el derecho de sufragio a los indígenas analfabetos llegando a decir que darles participación política era “la verdadera obra maldita de degradación y de repugnante envilecimiento”.En respuesta con legítimo derecho el político arequipeño Benito Lazo defensor de la “soberanía popular” sentenció que la doctrina que otorga la soberanía “a los más capaces” destinados “por la providencia” era una deleznable justificación de los tiranos y mandones que se colocaban “en el trono del gobierno”. Lazo, remarcó que no era justo ni bueno que se condene a la clase dominada a la obediencia perpetua y “ciega sumisión”. Todos los peruanos deben ser “hombres libres que disfruten de su propio derecho”.
Fue la infausta guerra del pacifico (1879-1883) la que marcó mas a nuestra fragmentada nacionalidad, el Perú no solo fue mutilado territorialmente y lloró a miles de sus mejores hijos, sino demostró la nula capacidad de liderazgo de la clase dirigente y aun mas ratificó que la guerra no se pierde por el poderío del enemigo sino por la traición, ambición de los propios peruanos, o sea de sus dirigentes. Así lo evidencia el Chilenofilo Miguel Iglesias, cuando el Chileno Patricio Lynch declaró [13 de agosto de 1883] con mucho énfasis: “al fin un ´valiente´ militar […] se ha presentado para redimir su país. Le damos toda clase de auxilios, le damos dinero y armas; derrotamos a sus enemigos y le damos prestigio”. Hoy ¿cuánto recibirá Alan García de las empresas chilenas?
Entre 1884 y 1899 tuvimos una etapa de reconstrucción nacional. Esto fue posible gracias a las nuevas exportaciones de materias primas como caucho, cobre, algodón, caña de azúcar, petróleo y lana. El país se recuperó materialmente, pero el costo fue una fuerte dependencia al capital imperialista – Británico. Luego viene el periodo conocido como republica aristocrática o segundo civilismo 1899 a 1919, en donde se forjó un estado enclenque.
Los historiadores consideran al segundo periodo pierolista como el inicio de la republica aristocrática u Oligárquica (1899 – 1919). Sobre Nicolás de Piérola, Alan García declaró (11/06/2006) a The Washington Post “nosotros tuvimos un presidente llamado Nicolás de Piérola, que realizó un primer gobierno desastroso […] y debió huir del país. Pero 20 años después regresó y encabezó el que se ha reconocido como uno de los mejores gobiernos de nuestra historia”.
El señor García Pérez debe repasar mejor nuestra historia. Cree que el segundo gobierno pierolista es “uno de los mejores de la historia”, pero esto fue así solo para la oligarquía agro exportadora, la burguesía limeña, el capital imperialista y el gamonalismo: El Perú oficial (como lo es hoy). No para las grandes mayorías populares (comunidades indígenas, proletariado urbano y rural), a las que Piérola decepcionó en sus dos gobiernos – como lo hace Alan – postergando las esperanzas del Perú real.
El neocolonialismo de inicios del siglo XX dio un viraje del británico al norteamericano y su principal artífice fue Augusto B. Leguía con su régimen llamado “patria nueva” un proyecto puramente populista y autoritario que perduró once años. En 1930 renace el militarismo con Luis M. Sánchez Cerro, continuado por Oscar R. Benavides, aliado a la oligarquía que buscó aniquilar a los nuevos partidos revolucionarios. Entre 1939 y 1948 tuvimos un breve periodo de “primavera democrática”, el que fue truncado abruptamente por Manuel A. Odría un militar pro-oligárquico y duramente antiaprista fue una época de gobierno llamado “Pan sin Libertad”.
Manuel Prado y Fernando Belaunde intentaron hacer algunas reformas democratizadoras, pero los grupos de izquierda, influenciados por la revolución cubana, ya preparaban sus acciones armadas. Para evitarlos las fuerzas armadas dieron un golpe de estado en 1968. El nuevo GRFA con Juan Velasco Alvarado implementó reformas nacionalistas y socialistas largamente anheladas. Sin embargo en 1975 algunos sectores militares temerosos de la proximidad del régimen con los países comunistas y la izquierda radical relevaron a Velasco y dieron un viraje hacia la derecha y prepararon el camino para el retorno de la democracia liberal.
Desde la década del 80, hasta hoy se mantuvo relativamente la “democracia” liberal. Cuando se pensaba volver a la normalidad dos grupos subversivos le declararon la guerra al estado y sus fuerzas armadas. El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (ideología maoísta) y el MRTA (tendencia sandinista y castrista) buscando ganar “zonas liberadas” que sean las bases para la guerra “del campo a la ciudad”.
Poco después llegó el fenómeno Alberto Fujimori, quién iniciará una etapa privatizadora, autoritaria y corrupta usando métodos fraudulentos. Luego Valentín Paniagua que llevó adelante un “gobierno de Transición” cediendo el poder a través de elecciones al economista Alejandro Toledo y este al Partido Aprista Peruano con el presidente García Pérez. Al fin durante este nuevo siglo la brecha social entre los grupos de poder y las grandes mayorías se hace cada vez más grande.
Así fue, el Perú republicano bajo la batuta de caudillos, oligarcas, plutócratas, terratenientes, corruptos, Chilenofilos y Buchistas – Ahora - , en fin, vende patrias o patricidas que negaron el desarrollo del Perú desvaneciendo las oportunidades: del guano, salitre, caucho, petróleo, algodón, anchoveta y gas por mencionar. “Somos, pues, como se sabe – (Chirinos, 1991:285) - , el país de el Dorado, del paraíso hallado y perdido, allí donde […] la riqueza (fue) encontrada por azar y evaporada por descuido”.
¡Es verdad!, perdimos las oportunidades por problemas que aun nos siguen aquejando. Regionalismo, fragmentación, incapacidad programática de nuestros políticos, incapacidad política de cohesión social, marginación de clases populares… etc., Consecuencia de esto, en los últimos años se han producido 268 protestas sociales, no por influencia extranjera, sino, por reivindicar los derechos legítimos del estado de derecho.
Mas aun, cuando el “presidente de todos los Peruanos” mas Chilenofilo que Miguel Iglesias, frente a los problemas de la amazonia declaró contundente “me gustan los hombres de color cobrizo que son los verdaderos peruanos y pueden luchar por la justicia social”. Pero poco después manifestó furibundo “no son ciudadanos de primera clase” o sea, según Alan “los nativos son cobrizos, los cobrizos son los verdaderos peruanos; pero no son peruanos de primera clase”. Habrá que recordarle que los mandatarios demagogos, autoritarios y soberbios pueden eludir Palacio de Justicia, pero de todas formas serán juzgados con rigor por el Tribunal de la Historia.
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